Hier der vom Spanischen ins Deutsche übersetzte Artikel aus La Estrellá:
TextUna docena de huellas dactilares fueron encontradas en los celulares Apple y Samsung propiedad de Lisanne Froon y Kris Kremers, holandesas que murieron en circunstancias aún no esclarecidas después de recorrer el sendero El Pianista, en el distrito de Boquete, Chiriquí.
El informe practicado por el Instituto Forense de Holanda revela que tres de las huellas se hallaron en la cinta autoadhesiva que unía la cámara y los teléfonos. Una de las huellas, de la que se envió una fotografía a la fiscalía panameña, puede ser cotejada en la base de datos de Panamá.
El hecho parece haber pasado desapercibido para la fiscal Betzaida Pittí, quien hasta el momento no ha cotejado la huella dactilar con los lugareños que manipularon los objetos u otros posibles sospechosos.
Según el abogado Enrique Arrocha, defensa de la familia Kremers, la fiscal tampoco ha tomado declaración a las personas que entregaron a la fiscalía las pertenencias de las jóvenes, y menos aún, ha cotejado el ADN u otros elementos hallados en la vestimenta y artículos de las muchachas.
MUESTRAS DE ADN
El reporte forense neerlandés no logró detectar perfiles de ADN en los teléfonos y la cámara fotográfica. No obstante, de los sujetadores hallados a la orilla del río Culubre se sacaron seis muestras. Cinco de ellas no permitieron conseguir perfiles de ADN; la sexta procedía de uno de los empleados del Instituto.
De la mochila se obtuvieron 13 muestras, y se logró determinar que dos de ellas provenían de dos mujeres desconocidas. En la muestra número cinco se halló un perfil de ADN que era una mezcla de dos personas desconocidas, de las que por lo menos una es un hombre.
La tesis de la fiscal Betzaida Pittí consiste en que las holandesas se extraviaron durante su recorrido por el sendero y murieron en un accidente. La fiscal también hizo alusión a un informe preparado por la Autoridad Nacional del Ambiente donde se establecía la presencia de animales salvajes en la zona que Kris y Lisanne exploraron.
No obstante, en ningún renglón del informe neerlandés se detectó evidencia de ataque por un animal salvaje.
RASTROS BOTÁNICOS
De lo que sí hubo huellas fue de pedazos de hojas y material de suelo en la mochila y los sujetadores. El instituto forense de Holanda no logró determinar el origen de las plantas por falta de referencia. La tarea corresponde a la fiscalía panameña, pero, a la fecha, Pittí tampoco ha comparado estos resultados con la vegetación del sitio donde fueron hallados los objetos o con alguna zona aledaña.
Para los criminólogos, las evidencias con las que cuenta la fiscalía hasta el momento son suficientes para dar inicio a una investigación por homicidio. Los hallazgos son indicio de que las chichas no se perdieron, como sostiene la fiscal, sino que fueron asesinadas y sus restos, osamentas y pertenencias, colocados a orillas del río Culubre —a 12 horas de camino de donde se las vio por última vez— en forma intencionada.
Arrocha informó que el examen antropológico efectuado a los restos óseos de las jóvenes determinó que la costilla de Kris estuvo en un área donde hay presencia de fosfato, lo que explicaría su color blanquecino. Sin embargo, la fiscalía no ha establecido si el hueso fue sometido a un proceso químico en forma intencionada o circunstancial.
Recientemente, Pittí entregó las osamentas (evidencias para la fiscalía) de Lisanne a sus familiares. Al mismo tiempo, dijo estar a la espera de que la familia Kremers solicite los restos óseos para entregárselos. El abogado Arrocha indicó que no lo hará, pues se trata de evidencia imprescindible para completar la investigación.
Los forenses europeos también revelaron que las chicas hicieron varias llamadas a las líneas de auxilio de Holanda y Panamá, 112 y 911, respectivamente. Ein Dutzend Fingerabdrücke wurden auf den Handys der Holländerinnen L.F. und K.K. gefunden. Beide starben unter ungeklärten Umständen nach dem Überqueren des Weges "Der Pianist" im Distrikt Boquete, Chiriqui.
Der Bericht, durchgeführt durch das Holländische Forensische Institut zeigt, daß sich drei der Spuren auf dem Klebeband, mit dem die Kamera und Handys verbunden waren, befanden. Eine der Spuren, von der ein Foto an die Strafverfolgungsbehörden in Panama geschickt wurde, konnte mit der Datenbank verglichen werden.
Diese Tatsache scheint für den Ankläger B.P. unbeobachtet geblieben zu sein, der bis zu diesem Moment den Fingerabdruck nicht mit denen der Einwohner verglichen hatte, die möglicherweise diese und andere verdächtige Objekte manipuliert hatten.
Laut dem Anwalt der Familie K., E.A., hat die Staatsanwaltschaft auch nicht die Aussage der Personen aufgenommen, die die Habseligkeiten der jungen Mädchen abgegeben hatten, noch hatten sie Vergleiche der DNA und anderer Spuren auf der Kleidung und den Gegenständen der Mädchen geprüft.
DNA-Proben
Der Bericht des Holländischen Forensischen Instituts konnte keine DNA-Profile an Kamera und Handys ausmachen. Jedoch konnten von den BH's, die am Ufer des Flusses Culubre gefunden wurden, sechs Proben genommen werden. Bei fünfen fand man keine verwertbaren Vergleiche, der sechste war von einem Mitarbeiter des Instituts.
Der Rucksack enthielt 13 Proben, wobei man herausfand, daß zwei davon von zwei unbekannten Frauen waren. Die fünfte Probe war das Profil zweier unbekannter Personen, von denen mindestens eine ein Mann war.
Die These des Staatsanwaltes B.P. war, daß sich die Holländerinnen während ihres Ausfluges auf dem Pfad verirrten und an einem Unfall starben. Außerdem verwies er auf eine Information der Nationalen Umweltbehörde, nach der sich in der Region , in der sich Kris und Lisanne aufhielten, Wildtiere befanden.
Jedoch in keiner Zeile der holländischen Information gab es einen Hinweis auf eine Wildtierattacke.
Botanische Spuren
Was man fand, waren Teile von Blättern und Bodenmaterial im Rucksack und den BH's. Das Holländische Forensische Institut konnte den Ursprung der Pflanzen mangels genaueren Merkmalen nicht herausfinden. Aufgabe der Panamesischen Staatsanwaltschaft, aber zu diesem Zeitpunkt hatte P. die Resultate nicht mit der Vegetation der Orte, wo die Objekte gefunden wurden, verglichen, auch nicht mit irgendeiner anderen Umgebung.
Für die Kriminologen waren die Beweise der Staatsanwaltschaft bis zu diesem Moment genug, um eine Morduntersuchung zu beginnen. Die Ergebnisse waren der Beweis, daß die Mädchen sich nicht verirrt hatten, wie der Staatsanwalt bisher behauptet hatte, sondern sie wurden ermordet und ihre Überreste wie Knochen und Besitztümer, 12 Stunden entfernt von dem Ort, an dem sie das letztemal gesehen wurden, an den Ufern des Flusses Culubre absichtlich abgelegt.
A. berichtet, daß die anthropologische Untersuchung der Skelette der jungen Mädchen ergeben hat, daß eine Rippe von K. in einem Gebiet war, wo es Phosphat gibt, was seine weißliche Farbe erklären würde. Allerdings hat die Staatsanwaltschaft nicht festgestellt, ob der Knochen absichtlich oder umweltbedingt einem chemischen Verfahren unterzogen wurde.
Vor kurzem übergab P. die Knochen (Beweise für den Staatsanwalt) von L. ihrer Familie. Zur gleichen Zeit erwartete er, daß die Familie K. die Skelettreste anfordere, um sie ihnen auszuhändigen. Anwalt A. wollte dies verhindern, weil es sich um wichtige Materialien handelte, um die Forschungsergebnisse zu vervollständigen.
Europäische Forensiker fanden heraus, daß die Mädchen mehrere Anrufe bei Hilfsdiensten der Niederlande bzw. Panamas (112 und 911) getätigt hatten.
Quelle:
http://laestrella.com.pa/panama/nacional/huellas-digitales-objetos-holandesas/23809123 (Archiv-Version vom 10.09.2016)Übersetzung: privat (mit Dank an meine Verwandte)